Sí, eso es lo que somos… un museo.
Nuestras almas engloban una gran cantidad de piezas de indescifrable valor. Y así el mundo, que reúne millones de estas particulares galerías del recuerdo. Porque son esas las auténticas piezas de valor… los recuerdos. En ellos basamos muchas de nuestras experiencias, ellos son los que nos impiden volver a caer en ocasiones, ellos son los que nos animan a seguir adelante, aunque al tiempo nos pueden llegar a hundir…
Esas maravillosas piezas de nuestra colección personal a la que no todo el mundo tiene acceso. Abierto las 24 horas. Un día decides darte un paseo por las instalaciones de tu mente, de tu alma y empiezas desde el principio… un recuerdo de cuando niño, lo observas, fue el día en que te caíste, ahora ya no tiene importancia apenas, tan sólo te dejó unas pequeñas cicatrices en las rodillas y de vez en cuando te duelen… sigues paseando, otro recuerdo… aquel día asustaste a una de tus primas, apenas tenías tres años, ella apagó las luces y te empujó escaleras abajo, parece un cuadro abstracto, no consigues verlo con nitidez, ahora te parece gracioso… más adelante ves una galería de amigos de cera, conocidos, gente que te ha rodeado en un momento u otro de tu vida, algunas de sus figuras te emocionan y despiertan en ti aquellas lágrimas olvidadas en otra de esas salas, algunas figuras te dan pavor, algunas figuras te entristecen… has conocido mucha gente y has aprendido tanto de ella que te cuesta separarte de esos sentimientos que os unían.
A un lado y otro se ven más escenas, en esta tienes ya quince años… todo el mundo te fallaba, te quedaste sin amigos, aquellos que creías verdaderos… falsas imágenes que repercutieron en tu futuro, falsos amores, frustraciones, angustiosas situaciones… aquel fue el final, pero también fue el comienzo… empezó una nueva vida, un nuevo ser, con resquicios del anterior. Empezaron las relaciones fructíferas pero sin futuro, recibiendo palos y dando justo lo contrario, así hasta los veinte… de los errores se aprende, para eso está este museo, para darte una vuelta de vez en cuando y recordar tus fallos, tus aciertos y tus dudas… algunas obras yacen en cenizas sobre el suelo, algunos recuerdos decidiste quemarlos, tras intentar ahogarlos en alcohol u olvidarlos, siempre volvían… ahora sólo queda el recuerdo del humo, el fuego y las cenizas… a los veinte otra etapa, otra sala… en esta hay muchos cuadros, escritos, fotografías, esculturas, piezas antiguas, pensamientos… fue una época muy lúcida, llena de energía, de amor, de amistad, de alegrías, pero es una sala demasiado grande, la etapa arco iris comparte protagonismo con la más oscura de tu vida, la más sufrida… la pérdida de mucha gente querida, el desasosiego, la realidad hasta ahora semioculta de la vida, la crudeza de las cosas, el desamor, el sufrimiento… negro, todo negro… quema los ojos tan sólo mirar hacia esa parte de la sala… por último veo una figura… una escultura en pie, con los brazos abiertos gritando libertad y rompiendo las cadenas que tanto tiempo le habían condenado, sueños… veo sueños, fuerza para seguir adelante, gente maravillosa, buenos momentos, amigos, buenos amigos, ilusiones, estabilidad y seguridad… y a los pies de la estatua reflejos en un agua turbia, reflejos oscuros… envidias, maldiciones, traiciones, mentiras, maldad… la figura que antes había visto soy yo, es como una de esas fuentes de angelitos y se encuentra orinando hacia el turbio charco, se acabaron las humillaciones, las mentiras, las traiciones, todo… se acabó.
Hoy, algunas salas las cerraré para siempre y tiraré lejos las llaves, son recuerdos que han pasado de ser maravillosas reliquias a simples trastos viejos, cuyo único valor había sido el que yo les había otorgado, ellos mismos rehusaron de tener ese valor y ahora no son más que basura, artículos llenos de polvo que algún basurero recogerá de uno de los contenedores de su ruta para llevárselo a casa y darle algún uso o apaño. Ya no quiero antiguallas, el futuro empieza ahora y no hay sitio para el pasado.
Se cierra el museo
BOSQUE DE HAYAS , PARQUE NATURAL MONTE SANTIAGO. BURGOS
¿Algún comentario?
Publicar un comentario