SIENTATE A MI LADO...

Siéntate conmigo esta noche, aquí, en silencio, bajo el manto de un cielo estrellado. Deja que auyente tus penas con un cálido abrazo... y, ahora, amigo mío, deja que el suave viento limpie tus lágrimas y alivie tu rostro, aún sollozante, como si de un largo sueño no hubieras aún despertado... y mira ahí arriba... ¿No has visto que desde el cielo una estrella te está observando?.

Escucha el suave murmullo de las briznas de hierba, a tus pies, oscilando; refresca tu cuerpo con el nuevo alba que de seguro está llegando... y así, en silencio, deja que las heridas cicatricen, aunque aún te sientas desconsolado... ¿No ves que en cielo hay una estrella que está brillando?.

Déjame, querido amigo, que te cuente una historia sobre ángeles que se van volando, sobre seres que habitaron nuestra cercanía y ahora están aún más próximos, justo aquí, en tu pecho, siempre a tu lado... Déjame que te hable de energías nunca perdidas, que sólo se han tranformado... y ahora dime, ¿ No notas como alarga su reflejo aquella firme estrella y te está acariciando?.

Podrás sentir punzadas hondas, muy hondas, a quemarropa, prendidas a lo más hondo de tu ser y de tu cuerpo,...podrán quemar tu interior cual brasas que se encuentran ardiendo,... incluso mil ríos y mares brotarán de tus ojos aunque permanezcas de su presencia sediento... pero eso ya lo sabes, amigo mío, los duelos se llevan siempre su primer tiempo. Mas escucha, querido amigo,... ¿ No oyes el rumor de una estrella que en su fulgor está renaciendo?.

Siéntate bajo el cielo esta y tantas noches como tú quieras, siéntete libre de enrabietarte y arrojar con fuerza hacia el suelo lo que tú sientas condena, despoja a gritos tu odio y todo lo que te aflige o asola... pero nunca alces tus ojos y le implores al cielo que baje a empujones la estrella... ¿No ves que te está cuidando y guiará tu camino con su suave estela embriagadora?.

Déjame que susurre a tu oído que hay un lucero ahí arriba que no quiere verte si lloras,... que es un ángel con el nombre de quien tú más añoras,... que ha venido a contarme que siempre podrás verlo si desde la ventana te asomas... pero que es su espíritu el que estará siempre contigo, aunque la oscuridad te haga pensar por un momento que estás a solas... ¿ No has visto que de esa estrella eres parte y que vive en ti ahora?.

Sentémonos, amigo mío, esta y mil noches.... mil años, mil horas... y dejaré que me cuentes cómo es su tacto cuando esa estrella te arropa...